La base monetaria expresada como porcentaje del PBI en febrero fue del 4,52%, mientras que el agregado monetario “M2” del 10,12%. El “M2” permanece en torno a los mínimos de los últimos 20 años.
La tendencia decreciente de estos indicadores reflejan una caída en la demanda de dinero por las expectativas de inflación, incrementando la velocidad de circulación del dinero y agravando los problemas inflacionarios.