- De los datos publicados por la DEIE se desprende que un adulto equivalente (de 30 a 59 años de edad, con actividad moderada) necesitó $8.321 para no ser indigente y $21.052,13 para no ser pobre. En tanto que una familia tipo 2 compuesta por cuatro miembros, un jefe de 35 años, su cónyuge de 31 años, su hija de 8 y su hijo de 5, necesitó $25.711,89 para no ser indigente y $65.051,08 para no ser pobre.
- El dato de septiembre refleja una nueva desaceleración de la variación de la canasta básica alimentaria al compararlos con los registros de meses anteriores, siendo septiembre el tercer mes consecutivo de variación decreciente, contribuyendo entonces a la consolidación de una trayectoria a la baja.
- Al compararlo con la inflación de Mendoza de septiembre, se observa que la evolución en ambas canastas fue superada por la variación en la inflación mensual (3%). Sin embargo, ambas mediciones interanuales de las canastas básicas superaron a la inflación interanual (54,3%), destacándose que en el caso de la CBA, este comportamiento se ha repetido en los últimos trece meses.
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